viernes, 22 de junio de 2012

La radio comunitaria: otro camino hacia el recurso del poder

  “Cuando una radio promueve la participación de los ciudadanos 
y defiende sus intereses; cuando responde a los gustos de la mayoría
 y hace del buen humor y la esperanza su primera propuesta, 
cuando informa verazmente; cuando se estimula la diversidad cultural; 
cuando la mujer protagoniza la comunicación 
y no es una simple voz decorativa o un reclamo publicitario; 
ésa es una radio comunitaria”. 
                                    
José Ignacio López Gil.

Emisora Radio Grito de Baire, Contramaestre
Por Moraima Zulueta
moraima@gritodebaire.icrt.cu

Hay  una tendencia a pensar que lo comunitario se refiere al tamaño y a un área geográfica en específico. Para muchas personas radio comunitaria es sinónimo de radios pequeñas de baja potencia, recluidas en algún lugar perdido de un pueblo, de quién sabe dónde. En pocas palabras: se les identifica con las características de las tres “p”: pocas, pequeñas y pobres.

Esta directriz mediática, contextualizada en términos  abstractos,  difiere  de los propósitos esenciales de la radiodifusión patrimonial en el modelo social cubano, el   que ha  hecho de la radio  en la “comunidad”   una tipificación tangible de perenne inclinación en defensa de un proyecto sostenido por un grupo de ciudadanos con intereses comunes que tienen una propuesta hacia su entorno inmediato.

De ahí que, el  medio  paradigmático se define en Cuba “como el emisor que ejerce su libertad de expresión en la esfera de lo público, con la idea de generar un diálogo colectivo que contribuya a construir consensos para lograr a una participación de responsabilidad colectiva”.

Tras  la huella   de proceso de democratización   de la  palabra, la radio comunitaria del Estado favorece la libertad de expresión para contribuir al desarrollo equitativo y sostenible de nuestro pueblo.

La  “era radiofónica”  que aporta fundamentos básicos por el bien de la humanidad,  y por ende, apunta hacia un futuro mejor, valida  la   ideologización socialista,  ajustada  a la terminología de  la Asociación Mundial de Radios Comunitarias,  caracterizada también    con tres "p"; así como, el pueblo empieza con "p", también queremos que ese pueblo tenga acceso a la palabra, a la programación y a la propiedad.

 El sistema radial santiaguero, sellado por diez emisoras,  de ellas 9 municipales y la planta matriz de nivel provincial,  es exponente  de las cualidades  inherentes del medio radial en la comunidad, considerado como” el mas cercano al oyente, el   medio mas influyente en la gente” .

“Radio Grito de Baire” (GB), voz del pueblo de Contramaestre es la ilustración pragmática de los principios básicos y conceptos  del producto comunicativo identitario,   capaz de interactuar en la sociedad y convertirse en un elemento que combina ejemplarmente la misión de informar con la de transformar.

Con más de  20 años en el éter radiofónico y una programación  de 12 horas diarias,  diseñada en 28  espacios de factura propia de 30 fijados,   la casa radial, siempre se ha identificado con su pueblo,  como   muestra irrefutable de la democracia participativa  al alcance de los 105 mil habitantes locales. En el espectro de programación de la emisora, el 26 por ciento corresponde a la función informativa.

Hay que tener en cuenta que el objetivo de la radio comunitaria “no es el de hacer algo por la comunidad,   es,  más bien, el de dar una oportunidad a la comunidad para que haga algo por ella misma, como por ejemplo, poseer el control de su propio medio de comunicación”. 

Esta premisa posesiona a la comunidad como propietaria, contribuyente para que la radio exista.  Una emisora de la comunidad es mucho más que una señal en el aire. Su labor social es incuestionable.

“El producto de la Radio es inmediato, raudo, anticipa, provoca”. La trasmisiones de una emisora ilustran el modo de vida de una comunidad, la estimula oportunamente o la cuestiona, todos los que laboramos en el medio sabemos que la radio es también imagen e imaginación .

“Grito de Baire” no escapa de esa misión socializadora, donde cada colectivo de realización, artístico y periodístico,  usa el lenguaje de sus pobladores, que va moldeando la mente del escucha usando su  propio verbo o sustantivo,  difundiendo  la realidad de los hombres y mujeres   con virtudes y defectos de su propia tierra, quienes cuentan una historia singular o expresan  su  protagonismo cotidiano.

Nuestra  emisora municipal, tiene características particulares  identificativas del código lingüístico de la palabra radial insertada al progreso sostenible. Espacios  dirigidos hacia un público heterogéneo: obreros, campesinos, estudiantes, infantes, amas de casa, y jubilados; para aquellos  segmentos especializados y recreativos;  y  hasta para quienes  buscan el alcance y la inmediatez  a través de un facilitador social, son  propuestas jerarquizadas en GB.

La presencia del hombre común como ente socializado y personalizado por  periodistas y locutores,   -verdaderos líderes de la palabra-,       exalta  el aporte de hombres y  mujeres comprometidos con su pueblo en diversos escenarios: productivos e institucionalizados.

Esas voces autorizadas denuncian también  aptitudes del comportamiento  humano en presencia de retos y compromisos sociales, que a veces por falta de previsión, planificación, organización, se  incumple  ocasionando una ruptura no compatible con nuestra formación, principios, y sistema de trabajo estatalizado y colectivizado.

Con enfoques  informativo, educativo  y de entretenimiento, la radio comunitaria en Contramaestre ha encontrado a través de sus creadores, espacios que van más allá de los retos competitivos de la mercadotecnia que invade con   equipos de alta tecnología  en el universo audiovisual. Computadoras, videos, DVD, y  VCD, por citar algunos ejemplos, no reemplazan este medio individualizado  y generalizado en su uso.

Programas estéticamente bien facturados, por realizadores versátiles, con conocimiento de causa de qué se quiere y cómo  trasmitir las ideas capaces de transformar la conciencia social, son difundidos en la radio comunitaria  de  la localidad,  estableciéndose una complicidad desde el micrófono con la vida de la gente.

“Contacto Matutino”, revista informativa y utilitaria de 68 minutos de duración; emblemática en la radiodifusión del municipio, constituye un código mediador entre los segmentos de la población, en el que periodistas, locutor, sonidista, y director de programa entrelazan su talento,  con el denominador común de interactuar con la sociedad para convertirse en un elemento  que combine ejemplarmente la misión de  comunicar con la de transformar.

Es un espacio en el que se ofrecen informaciones que cuentan con un  indispensable   interés, utilizando los géneros periodísticos en sus distintas emisiones con noticias inmediatas o de actualidad dilatada.  Su   formato contiene comparecencias, -no muy extensas- y microespacios de críticas, así como “tiras” utilitarias y de facilitación social, de agradecimiento colectivo.

El servicio de mensajería cobra vida en su diseño, ¿cuáles son los argumentos? Varios: “avisamos en La Torcaza que María Alcántara, está hospitalizada en el  hospital “Orlando Pantoja” de Contramaestre, favor de traerles sus pertenencias;     y  los interesados en solicitar tierra en calidad de usufructo, pueden dirigirse a la Delegación territorial de la agricultura.

El movimiento de corresponsales voluntarios y colaboradores  con reportes en vivo desde exteriores de la emisora y a través de la vía telefónica o notas de prensa especializada, constituye un canal de transmisión de informaciones de la vida cotidiana vinculada con la prestación de determinados servicios y procesos histórico-sociales con incidencia en el municipio.

Por su parte, el noticiero “Enlace”  con un tiempo de 13 minutos, es otro de los programas dedicados a satisfacer las necesidades de información de los radioescuchas, en el que prima la noticia y géneros periodísticos. Además, refleja materiales de máxima actualidad e interés informativo del ambiente nacional y extranjero, con destaque de lo local.

La representatividad  del término comunitario en “Radio Grito de Baire” es evidente en la emisión radiofónica para el debate, segmento de enfrentamiento de opiniones sobre temas determinados, de manera conversacional sobre aspectos de alta sensibilidad pública, donde la palabra tanto del periodista como la del pueblo es reflejo de la realidad  diaria del contramaestrense.

“Sin punto final” es el ejemplo elocuente de esta afirmación, que tiene como objetivo la explicación de un problema desde distintas posiciones, que al final ayudan a comprender y conocer con claridad el tema  que se trate.

En nuestro medio, el espacio abierto al debate, con testimonios  diáfanos de la población local, promueve una comparecencia de prensa, en la que se someten directivos, funcionarios y especialistas a preguntas que le hace un entrevistador –periodista- o los oyentes mediante la vía telefónica en el estudio, tocando línea temáticas de actualidad. 

 La oscura realidad  de la venta de ropa reciclada; la calidad del servicio gastronómico y situación de la asistencia necrológica,    constituyen ejemplos de las aristas del periodismo investigativo  exhaustivo y veraz, para no errar  a la hora de emitir criterios que el pueblo espera con marcadas expectativas.

La multiplicidad de opiniones y sugerencias sobre determinados  hechos, entiéndase  alternativas locales  y aportes   institucionalizados, insertados en una impactante crisis económica mundial,  y un férreo bloqueo imperialista, son exponentes de nuestra radio revista reveladora de la información.

Los materiales transmitidos en el espectro informativo, todos con sellos periodísticos, denotan la autenticidad de trabajos  familiarizados a nuestras realidades con sus  valores de identidad nacional y arraigo de lo popular.

“Radio Grito de Baire” tiene características particulares, servicios diferentes, hábitos que la distinguen. No es lo mismo una comunidad rural a una urbana; es diferente una comunidad en Tercer Frente a una en  Songo La maya, donde su gente tiene maneras muy distintivas de interactividad con su  emisora.

Esta estación con apellido de comunitaria hay que defenderla como arte, y Medio de Difusión Masiva representativa del poder que es el propio pueblo, protagonista de tiempos pretéritos, presente y futuro; porque tiene la facultad de expresar lo material y lo espiritual del hombre, valiéndose del sonido de la palabra para reflejar y perfeccionar su entorno.

La imagen auditiva, como un lente, retrata, describe los rostros, los estimula, les advierte y les critica. El propio oyente va a la emisora a denunciar lo que no funciona en la sociedad, se convierte  en la voz capaz de poner a tiempo los puntos sobre las i.e.s.

Harold Dwight Lasswell refiere "que la función social de los medios, consiste en supervisar y vigilar el entorno (o sea al gobierno, al Estado) y en transmitir la herencia social, función que debía ser cumplida mediante la educación, así como con la organización y estructuración de los instrumentos sociales, lugar donde los medios de comunicación tenían una gran preponderancia”.

Como se puede apreciar existe en esta definición puntos de contactos y lógicamente diferencias, sobre todo en el control del entorno, pues la radio cubana debe ejercer ese papel para mejorar, ayudar, ser un canal de transmisión de opiniones y sugerencias sobre la gestión y administración de la propiedad social.

No me queda lugar a duda que la emisora en Contramaestre es una radio comunitaria, con una distinción, que los profesionales reciben una preparación superior, es una preocupación permanente que la información sobre el medio llegue al colectivo creativo y propicia en mayor o menor grado el intercambio de experiencia sin que ello constituya el robo de conocimientos.

Ahora bien, la radio local actualmente ha respondido  a   reajustes de perfiles,  para despojarse del mimetismo de otros niveles radiales que en nada se corresponden con las misiones y sus objetivos.

El estudio   ha sido la proporción en que deben estar presente contenidos enriquecedores, aunque como principio, todos los medios deben apropiarse del valor   del propio entorno, pero sin dejar de entender que la competencia está en cómo mejor servir a la comunidad desde su modelo y no cómo hacer mejor lo mismo que otras estaciones hacen para un público diferente  o para la misma audiencia, pero con un nivel de generalidad que nada tiene que ver con lo especifico de otras.

 La radio comunitaria es un factor de acercamiento, un puente, un paso hacia el otro, no para que el otro se convierta en lo que nosotros somos, sino para que él pueda ser lo que es. No se trata de tener más, sino de ser, ésa    es    su verdadera misión.

Algunas investigaciones  realizadas en “Radio Grito de Baire” sobre los públicos   jóvenes y   adultos, marcan la diferencia. Como se sabe los primeros son muy difíciles de retener por su propia naturaleza de cambio, movimiento y aspiraciones, mientras los maduros son más estables.

Una muestra en públicos recientes denota que  el mayor consumo de los contenidos están relacionados con la música, pero cuando se refieren a la información existe interés por la noticia en tanto sea breve, precisa, sólo para saberse informado; otros contenidos de cultura general serán atractivos para ellos por su singularidad, brevedad, lenguaje dialógico, por su interacción con el oyente. También expresan interesarse por los programas de participación y los dramatizados.

Se aprecia la diversidad de preferencias (en cuanto a la música y la información); incluso una misma persona gusta de diversos géneros musicales y se interesa por diversas áreas del conocimiento. El problema y la solución a la vez, frente a esta diversidad de gustos están en la misma radio, la que debe combinar armónicamente esa dualidad para atraer al oyente.

La radio en  Contramaestre  suscita el cambio, la promoción de valores, establece los límites de conducta, participa  con su público en la ratificación o rectificación de su modelo de comunicación, encuentra  e incorpora  sus necesidades de información, es un vehículo de la recreación del barrio, interactúa con la escuela, la fábrica, los servicios.

No tiene créditos una radio de la localidad   que aplique todo el conocimiento universal y no tome en cuenta las inquietudes de los vecinos, de los escolares, trabajadores y profesionales que constituyen su potencial de radioescuchas. 

Hoy nos parece importante que miremos hacia el futuro; convencidos que el medio no puede transitar con una programación improvisada. Debe primar el conocimiento y la creación, la búsqueda de elementos novedosos, que marquen la forma de hacer, dar pie a la distinción del espacio.

El trabajo de creación, aunque tiene un carácter individual, debe nutrirse de las mejores ideas y esto obliga conocer de manera permanente el pensamiento que corresponden y de hecho pueden captarse de los públicos internos y externos. 

Pensar que todo esta inventado es como decir que no hay nada que hacer y ello puede ser sinónimo de inercia. Es un clarín al fatalismo. Decir que somos un medio subestimado es mirar apocalípticamente el porvenir .

Nuestra radio comunitaria     facilita el progreso, el bienestar y disfrute de los oyentes cubriendo en gran medida sus necesidades de información, de comunicación y cultura; fomenta  su participación en   procesos comunicativos proporcionándoles acceso a la formación, facilidades de producción y transmisión; estimula  la innovación en programación,   y    trata  especialmente de involucrar a las secciones de la comunidad que están en desventaja social o que están menos representados en las emisiones de los servicios existentes.

El disfrute de  una emisora comunitaria   consolida el proyecto político   democratizador y pluralista que las sustenta, buscando un rol protagónico a la ciudadanía y visibilización de los sectores populares y de las comunidades presentándolos como protagonistas. En este sentido, trata  de fortalecer procesos de inclusión de los sujetos excluidos por la sociedad y el modelo neoliberal.

Un eje muy fuerte de su trabajo está en que apunta al desarrollo de una sociedad representativa   con incidencia e impacto en las poblaciones y ámbitos en que se encuentran, generando corrientes de opinión pública y procesos educativos en los sectores más necesitados.

En la medida que el desarrollo se hace visible,  “Radio Grito de Baire”, desde el escenario radiofónico se esfuerza por reflejar a su pueblo los esfuerzos en defensa del progreso sostenible, ajustado a la realidad de estos tiempos caracterizados por un recrudecido bloqueo, y una aguda crisis económica mundial, que imponen retos y desafíos.

Prestigia a la radio comunitaria en Contramaestre la Redacción digital, a través de su Página Web, con el interés  de  que se conozca  la realidad de Contramaestre en el mundo.  Con más de  cinco años de existencia en la red de redes,  www.radiogritodebaire.cu  difunde diariamente al público preferentemente de habla hispana, sobre los principales acontecimientos políticos, económicos y sociales del municipio, destacando la obra de la Revolución cubana en beneficio popular.

Publicaciones de diversos trabajos periodísticos   de diferentes géneros, en textos e imágenes, en audio bajo demanda y en tiempo real, garantizan la interactividad con los cibernautas.

La   emigración hacia  software  libre conocido como  Plataforma Joomla, permite el intercambio de opiniones a través de foros  participativos que  conducen a una mejor comprensión del contexto cubano, y en nuestro caso,  del escenario local,   posibilidad auténtica de las Página Web insertada a la radio comunitaria.

Volviendo a la realidad, observamos que sólo un pequeño  por ciento de los ciudadanos está  conectado a la Red,  que nunca tantos han sido incomunicados por tan pocos. Recogemos y hacemos nuestras las palabras de Eduardo Galiano, cuando afirma que "estamos ante un mundo sin alma; no hay pueblos, sino mercados; ciudadanos, sino consumidores; naciones sino empresas; relaciones humanas, sino competencias mercantiles”. Si la comunicación se reduce a tecnología y mercado estamos convirtiendo nuestras relaciones en puro intercambio comercial, alimentado la triste espiral del que más tiene más invierte para tener más.
Sin embargo, nuestra redacción digital, con un equipo de periodistas con diversas funciones, ofrece al internauta  la veracidad de un municipio que hace de lo cotidiano no   un sustantivo, sino  un verbo,  donde el protagonismo   de    la vida diaria de la gente, es sinónimo de esperanza   para vivir en este mundo.

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